• Ministerio de Salud y Ambiente - Jueves, 17 Mayo 2018

Recomendaciones para controlar la presión arterial

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) uno de cada cinco adultos tiene la tensión arterial elevada. Con motivo de conmemorarse cada 17 de mayo el día mundial de la Hipertensión, el Ministerio de Salud y Ambiente a través de la Coordinación General de Enfermedades No Transmisibles brindó recomendaciones para prevenirla.

El cambio de estilo de vida y la producción de alimentos procesados modificaron los hábitos alimentarios de las personas. Actualmente se consume una mayor cantidad de alimentos hipercalóricos, grasas saturadas, azúcares y sodio, condicionando la aparición de diversas enfermedades no trasmisibles.

El sodio es un mineral que nuestro cuerpo necesita en pequeñas cantidades para funcionar adecuadamente, interviniendo en funciones de los nervios y músculos, y ayudando a mantener en equilibrio los líquidos del cuerpo. Su consumo en exceso eleva la presión arterial, siendo en Argentina la causante de accidentes cerebrovasculares y enfermedades coronarias.Por eso es importante y necesario  promover la concientización y prevención, como también diagnosticar y controlar la presión arterial frecuentemente.   

La Hipertensiónes una enfermedad frecuente que afecta a la población adulta. Se produce por el aumento de la fuerza de presión que ejerce la sangre sobre las arterias de forma sostenida. Es una patología que, en algún momento de la vida, afectará a tres de cada diez personas. Por ello, los especialistas alertan sobre la importancia de conocer las sustancias y hábitos que pueden aumentar la presión arterial, con el objetivo de prevenir este incremento y cuidar la salud.

¿Cuáles son los síntomas?

Es importante tener en cuenta que no da síntomas durante mucho tiempo y, si no se trata, puede desencadenar complicaciones severas como infarto de corazón, accidente cerebrovascular, daño renal y ocular, entre otras complicaciones.

La mayoría de las personas con hipertensión no muestra ningún síntoma; por ello se le conoce como el “asesino silencioso”. En ocasiones, la hipertensión causa síntomas como dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales, pero no siempre.

La herencia (padres o hermanos hipertensos), el sexo masculino, la edad, la obesidad, la ingesta de sal, el consumo excesivo de alcohol, el uso de algunos fármacos (incluso los de venta libre) y la poca actividad física o sedentarismo son las causas más habituales que originan esta enfermedad.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) “todos los adultos deberían medirse su tensión arterial periódicamente, ya que es importante conocer los valores”.

¿Cómo es el tratamiento?

Si bien no puede curarse sí puede controlarse.Para lograrlo debe seguirse un tratamiento regular de por vida para bajar la presión y mantenerla estable. La medicación es sólo una parte de ese tratamiento. El médico también suele recomendar, si es necesario, una alimentación saludable para perder peso, no abusar del consumo de sal y alcohol y la importancia de realizar actividad física con regularidad.

 

Consejos de prevención:

Dieta saludable: promover un modo de vida saludable, haciendo hincapié en una nutrición adecuada de niños y jóvenes; reducir la ingesta de sal a menos de 5 g al día (algo menos de una cucharilla de café al día); comer cinco porciones de fruta y verdura al día; reducir la ingesta total de grasas, en especial las saturadas.

Evitar el uso nocivo del alcohol, esto es, limitar su ingesta a no más de una bebida estándar al día.

Actividad física: realizar actividad física de forma regular y promover la actividad física entre los niños y los jóvenes (al menos 30 minutos al día).

Mantener un peso normal: cada pérdida de 5 kg de exceso de peso puede reducir la tensión arterial sistólica entre 2 y 10 puntos.

Abandonar el consumo de tabaco y la exposición a los productos de tabaco.

Gestionar el estrés de una forma saludable, por ejemplo mediante meditación, ejercicio físico adecuado y relaciones sociales positivas.