• Ministerio de Seguridad - Jueves, 14 Abril 2022

Se realizó la misa del Jueves Santo en la Unidad Penitenciaria N° 2

Con la presencia del secretario de Estado de Seguridad, Gustavo González Díaz, el director Ejecutivo del Servicio Penitenciario Provincial, Sub-Prefecto Marcelo Alcides Villarroel y el obispo, Jorge García Cuerva, se llevó a cabo la ceremonia destinada al personal de la institución y a los internos.

Este jueves, en el marco de la Semana Santa, el obispo de Santa Cruz, Jorge García Cuerva, llevó adelante una misa en las instalaciones de la Unidad Penitenciaria N° 2 de la ciudad de Río Gallegos.

La misma contó con la presencia del secretario de Estado de Seguridad, Gustavo González Díaz, el director Ejecutivo del Servicio Penitenciario Provincial, Sub-Prefecto Marcelo Alcides Villarroel, personal del Servicio Penitenciario e internos de dicha unidad.

Durante el desarrollo de la ceremonia, García Cuerva llevó adelante el lavado de pies de 12 internos en memoria a la lección de humildad que Jesucristo brindó a sus apóstoles luego de la última cena.
 
Tras la misa, González Díaz indicó: “Estamos muy contentos que se haya celebrado esta misa porque esto refleja lo que uno pretende realizar en la institución y es que tenga un fuerte apoyo  por parte de la Iglesia y sobre todo por parte del Obispo”.
 
Igualmente, Díaz precisó: “Hubo una gran participación por parte de todo el personal del Servicio Penitenciario y una muy buena respuesta de los internos”.

Por último, el secretario de Estado de Seguridad concluyó: “La idea es que la misa se pueda replicar en otras Unidades Penitenciarias pero todo depende de las posibilidades y la agenda del Obispo”.

Por su parte, el director Ejecutivo del Servicio Penitenciario Provincial indicó que esta misa se vio postergada en los últimos años por la pandemia y destacó que en esta ocasión se contó con cuadros bendecidos por el Papa Francisco y serán entregados a cada unidad penitenciaria.

Asimismo, Villarroel expresó: “Vemos estos eventos y estas circunstancias que nos tocan vivir con gran agrado porque sentimos que estamos trabajando para y con el otro”.

Para finalizar resaltó: “Es un trabajo especial el que hace el penitenciario, no es fácil, pero estos pequeños gestos demuestran que vamos paso a paso en un cambio en lo que es trabajar por la otra persona, más allá de las dificultades que hayan tenido en su vida”.

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